095. Aplastamiento por árbol “cuco” o engarbado al talar en el que se apoya

Los trabajos que se estaban realizando consistían en una corta “a hecho” (matarrasa), esto es, el corte de la totalidad de árboles en la explotación. El diámetro de los árboles era variado, de unos 20 a 40 cm, siendo la altura de unos 17 m. El apeo (tala) de los árboles era realizado de forma manual mediante el empleo de motosierras. La tala se comenzó desde la parte inferior de la ladera, subiendo progresivamente conforme iban apeando los árboles. Posteriormente, se desramaban parcialmente los troncos de los árboles apeados y se realizaba la saca de los mismos enganchando los árboles con el cable del cabestrante que poseía el skidder (tractor forestal). Con una máquina procesadora se desramaban del todo y se cortaban a la medida deseada. Mediante una autocargardora se trasladaban los troncos ya procesados hasta el lugar de acopio para su posterior carga y transporte, efectuado por camión con pluma.
La dirección de caída natural que presentaba el árbol a talar era contraria a la deseada, es decir, en lugar de pendiente abajo, estaba orientado hacia la parte superior de la ladera. Para forzar su caída hacia la zona sin árboles, en lugar de variar la técnica de corte y apeo, se taló otro árbol que estaba por encima de éste para que cayera sobre él y quedara enganchado, al objeto de que con el peso del árbol engarbado, venciera su caída natural y así, al proceder a su apeo, ambos cayeran hacia la zona despejada.
Una vez que había dejado el árbol engarbado, procedió a cortar el árbol donde se apoyaba. Cuando se dejó la operación de corte y comenzó la caída, el árbol que estaba cuco o engarbado en él, se liberó también, cayendo sobre la espalda del accidentado cuando se encontraba realizando la ruta de escape, sufriendo como consecuencia graves lesiones.

Ver figura 1:  Árbol “cuco”o engarbado

Ver figura 2:  Árbol “cuco”o engarbado

Otros datos del accidente:

En el aprovechamiento forestal, los trabajadores no disponían de los equipos de trabajo necesarios para la tala contra la dirección de caída natural del árbol, como cuñas, palanca de derribo, tráctel, etc.
En la evaluación de riesgos (ER) se indica que para la “tala de árboles”, se debe: “disponer al menos de un recurso preventivo por cuadrilla”.
La evaluación de riesgos (ER) contemplaba los trabajos y había identificado el riesgo, proponiendo medidas preventivas como, “no deje un árbol a medio derribar; si el árbol quedase enganchado, proceda a su derribo (mediante postes, palancas de gancho, ganchos madereros, cables, etc.),…”, “en caso de caídas de árbol sobre otros no escale el árbol enredado para tratar de liberar su copa, ni derribe el segundo árbol para provocar la caída del primero, ni tampoco derribe un tercer árbol sobre el primero para provocar su caída”.
La práctica de talar un árbol y dejarlo cuco sobre otro, para forzar la dirección de caída contraria a la que presenta de forma natural este último, era una práctica que ya habían realizado antes.

Procedimiento de tala incorrecto, al no ejecutar el apeo del árbol con la caída natural contraria a la deseada de forma segura, con las técnicas apropiadas para ello. Provocar que se quedara enganchado un árbol talado sobre otro, y posteriormente cortar y derribar el árbol que sostiene al cuco es una actividad no permitida.
Incumplimiento de la evaluación de riesgos al no adoptar las medidas preventivas establecidas en ella.
Ausencia del recurso preventivo en el aprovechamiento forestal y falta de control de las medidas de prevención necesarias a establecer en los trabajos de tala de árboles.
No disponer en el lugar del trabajo de los útiles y equipos de trabajo apropiados para talar un árbol en otra dirección a la de su caída natural.

Adecuar el proceso de tala al tipo, forma, estado, etc. del árbol a talar y de las características del aprovechamiento forestal donde se encuentre.
Aplicación de las medidas preventivas establecidas en la evaluación de riesgos para que, en caso de que un árbol quede engarbado en otro, no proceda a la tala del que lo soporta sin haber retirado previamente, con los medios y técnicas adecuadas y seguras, el enganchado.
Elaborar un procedimiento de trabajo por escrito considerando el tipo, forma, estado, etc. del árbol a talar y de las características del aprovechamiento forestal donde se encuentre, teniendo en cuenta la evaluación de riesgos, así como la determinación de la formación de los trabajadores.
Estar presente y supervisar el procedimiento de tala de árboles, así como la aplicación de las medidas preventivas establecidas en la tala de árboles por parte del recurso preventivo designado en la explotación forestal.
Disponer en la explotación forestal, del equipo necesario para poder apear los árboles en la dirección de caída que se estime más adecuada, haciéndolo de forma incluso cuando no sea la dirección de caída natural de los mismos.