Entrevista a Alejo Fraile Cantalejo, director del CNVM (1989-2015)
Nació en Valladolid el 2 de abril de 1949. Es Ingeniero Técnico Mecánico, Ingeniero Industrial Mecánico y Licenciado en Sociología. Ingresó en 1973 en el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo en Bizkaia como Técnico de Prevención de Riesgos Laborales, en el que ha ocupado los siguientes puestos de trabajo: técnico tutor para asesoramiento de empresas, responsable de formación del Instituto Territorial de Vizcaya y Director del Centro Nacional de Verificación de Maquinaria hasta su jubilación, en el año 2015. Además, durante su desempeño en el Instituto ha realizado varias actividades de Cooperación Técnica Internacional, la mayor parte de ellas en México.
Evolución del CNVM
Iniciativas para mejorar las fuentes de información sobre prevención de riesgos laborales
Agradezco a la Dirección del INSST que me haya invitado a colaborar en la celebración del 50º aniversario de la aprobación del Plan Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo, antecedente del actual Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Para mí es una satisfacción hacerlo, pues aquellos inicios se produjeron en el año 1971 y mi entrada en dicha organización se produjo en 1973, por lo que gran parte de mi vida laboral se ha desarrollado en él.
Entonces, el Plan Nacional (PLANHISET), estaba comenzando a desplegar una estructura técnica muy potente acompañada de un apoyo colectivo formal e informal de gran ayuda en esos inicios.
Mi trabajo era el de lo que entonces se llamaba “técnico tutor”, encargado de asesorar a las empresas, preferentemente pequeñas y medianas, a identificar y eliminar o controlar los riesgos para la salud de sus trabajadores, pues en ellas la carencia de recursos preventivos era muy habitual.
Las empresas asignadas a cada técnico tenían procesos productivos y, en consecuencia, riesgos muy diferentes, lo que requería unos conocimientos y experiencia que, especialmente en esa primera etapa, los técnicos no siempre teníamos, por lo que el propio organismo puso en funcionamiento un intenso programa de formación interna para sus técnicos, aportando conocimientos y metodologías de trabajo muy necesarias.
Complementando dicha actividad formativa, ante esas situaciones surgió una característica interna de esa Organización preventiva naciente basada en el apoyo que surgía de la existencia de un grupo de técnicos, de compañeros con formaciones y experiencias diferentes que permitía poder compartir novedades, pedir opiniones o ayudas dentro de la misma Organización. La sensación cierta de formar parte de un colectivo técnico amplio y diverso aportaba la información y el apoyo que facilitó notablemente el trabajo en esa primera etapa.
El PLANHISET en su conjunto desarrolló una actividad preventiva que, en 12 años, logró reducir a la mitad el índice de incidencia nacional de accidentes de trabajo, que en 1971 había llegado a un nivel tan elevado que, entre otras medidas, como la promulgación el 16 de marzo de 1970 de la OGSHT, provocó la creación del citado Plan Nacional.
La existencia de personal técnico en todas las provincias españolas permitía la recogida de información sobre los riesgos existentes de forma unificada y, con ese fin, se elaboraron varios sistemas centralizados con el fin de conocer la situación real a través de los datos recogidos por los técnicos en sus actividades en las empresas, completando las escasas fuentes de información preventiva formalmente establecidas por la legislación vigente en esa época.
La participación de los técnicos de los Gabinetes Técnicos Provinciales en la recogida de información era parte de su actividad cotidiana y, hasta la finalización del proceso de transferencias de competencias a las Comunidades Autónomas (CC AA), se mantuvo en la medida de lo posible, dada su utilidad para el conocimiento de la situación preventiva existente.
Un ejemplo de aprovechamiento de ese recurso colectivo para obtener información relevante, se produjo en 1983, cuando el INSHT decidió acometer la primera “Encuesta de condiciones de trabajo en el Sector de la Construcción (Edificación)”, encuestando a 1004 trabajadores.
Para su realización, un grupo de técnicos de varias Unidades del INSHT se encargó del diseño de la investigación y se contó con la colaboración de los técnicos de los Gabinetes Técnicos Provinciales para aplicar el proceso de selección en cada provincia de la muestra de obras y en ellas de los trabajadores a encuestar, así como de su apoyo para la realización de la toma de datos en la propia obra.
Fue un muy buen ejemplo de la colaboración entre técnicos del INSHT de diferentes Unidades, aprovechando los recursos disponibles en esos momentos, pues en las Encuestas Nacionales de Condiciones de Trabajo realizadas con posterioridad, además del grupo de trabajo ya existente para el diseño y análisis, se pudo contar con el apoyo económico suficiente para la recogida de datos, contratando el trabajo de campo a empresas especializadas.
Posteriormente, hay que resaltar otra experiencia importante donde se puso de nuevo de manifiesto la utilidad e importancia de aprovechar el caudal de experiencia de los técnicos de los Gabinetes. En 1984, el INSHT publicó sus “Criterios de Actuación”, siendo el primero de ellos el de “Desarrollar estudios ( ) que permitan la elaboración de un Mapa de Riesgos que sirva de elemento básico para la elaboración de planes operativos de prevención”.
Para ello, en 1986 se decidió realizar un estudio piloto en la Comunidad de La Rioja, y con ese fin se creó un grupo de trabajo en el que algunos técnicos de otras dependencias del INSHT colaboraron con los técnicos de La Rioja para diseñar y aplicar una metodología piloto. Este grupo realizó la tarea encomendada y de allí surgió una metodología de trabajo general que se aplicó y dio origen al “Mapa de riesgos de La Rioja”, primer mapa de riesgos de una Comunidad Autónoma en España, que sirvió de apoyo para el diseño de 13 Mapas de riesgos sectoriales y 9 de agentes específicos.
Continuando la selección de actividades en las que la participación de varios técnicos ha sido el elemento decisivo para la realización de proyectos relevantes, to básico para la elaboración de planes merece la pena destacar que, en 1989, la Dirección del INSHT decidió estudiar la forma de aumentar el aprovechamiento de una de las actividades más comunes de los técnicos de prevención, como es la investigación de accidentes de trabajo. Se había detectado la ausencia de un sistema interno unificado del proceso de investigación, así como de la información recogida, su tratamiento y aprovechamiento. Para ello, se creó un grupo de trabajo con técnicos de los Servicios Centrales, algunos Centros Nacionales y varios Gabinetes Técnicos Provinciales, que, contando con la colaboración de otros técnicos, fueron creando las herramientas necesarias, una metodología de investigación, unos cuestionarios específicos (construcción, máquinas, máquinas agrícolas móviles, riesgo eléctrico, y otro general), códigos de causas, y un sistema de información consistente en el programa informático “INVAC”. Estas herramientas fueron presentadas para su conocimiento y análisis por los técnicos que las utilizarían habitualmente y cuyos comentarios y sugerencias permitieron introducir las modificaciones necesarias.
Áreas de actividad
En 1989 fui nombrado Director del Centro Nacional de Verificación de Maquinaria de Vizcaya, cuyas actividades estaban principalmente organizadas en torno a las dos Áreas de actividad siguientes:
- Seguridad de las Máquinas y los Equipos de Trabajo: hasta finales de 2009 los laboratorios del Departamento de Verificación de Maquinaria realizaban actividades de certificación de ciertas máquinas peligrosas, ya que eran el Organismo Notificado Nº 0394 para la aplicación de la Directiva de Máquinas 98/37/CE. En dicha Área, se trabaja desde un doble objetivo: por un lado, en la integración de la seguridad en el diseño y, por otro, en la promoción de una utilización segura.
- Metrología de Agentes Químicos: elabora herramientas que permiten garantizar la fiabilidad de las mediciones de la exposición por inhalación a agentes químicos, como es el desarrollo y validación de métodos analíticos de toma de muestra y análisis (MTA). Esta área coordina los programas de ensayo de aptitud, que constituyen el Programa Interlaboratorios de Control de Calidad (PICC) y que permiten demostrar la competencia de los laboratorios de Higiene Industrial. Asimismo, es responsable del reconocimiento de la capacidad técnica de los laboratorios especializados en el análisis (recuento) de fibras de amianto coordinando el Programa Interlaboratorios de Control de Calidad de Fibras de Amianto (PICC-FA), a partir de los cuales emite un informe de propuesta de acreditación dirigido a la autoridad laboral correspondiente.
Era una época de gran actividad dedicada a la elaboración de normativa legislativa y normalización técnica a nivel europeo y nacional en la que la participación de los técnicos era muy intensa.
La conveniencia y utilidad del aprovechamiento de los recursos técnicos en el ámbito preventivo se mantiene a pesar de los cambios derivados del proceso de transferencias de dichas competencias a las CC AA, y uno de los foros adecuados para la definición y organización de dicha colaboración es, sin duda, el Comité Técnico Mixto Ministerio de Trabajo Comunidades Autónomas, en cuya sesión del 7 de junio de 2001 se aprobó la propuesta del INSHT de realización del proyecto conjunto de “Análisis Cualitativo de la Mortalidad por Accidente de Trabajo en España”, cuya recogida de datos se inició en 2002 y continúa en la actualidad, dirigido al aprovechamiento de la información recogida en las investigaciones de accidentes mortales que actualmente realizan los técnicos de todas las CC AA, con el fin de obtener una información homogénea de las causas de los mismos, como muestran los informes realizados desde entonces por un grupo de trabajo formado por técnicos de las CC AA y del INSHT.
En este recorrido por iniciativas de colaboración volvemos al Centro Nacional de Verificación de Maquinaria. Las tareas desarrolladas por sus dos Áreas de Actividad tienen un carácter muy especializado, que se apoya en unos recursos humanos y técnicos dedicados a dichos objetivos. Sin embargo, esas orientaciones específicas necesitan el apoyo de otras fuentes de información externas para adecuar sus esfuerzos en las direcciones que la realidad preventiva demanda, y el INSHT ya no dispone de la red de apoyo técnico que antes constituían los Gabinetes Técnicos Provinciales ya transferidos a las CC AA. Ante esa situación, el CNVM elaboró una propuesta para presentar al citado Comité Técnico Mixto Ministerio de Trabajo-Comunidades Autónomas con el fin de crear grupos de trabajo con técnicos del INSHT y de las CC AA dedicados trabajar en los siguientes temas:
a. - Con carácter permanente:
- Base de situaciones de trabajo; Caracterización de situaciones de exposiciones a peligros producidos por máquinas (BASEMAQ).
- Base de situaciones de trabajo; Caracterización de situaciones de exposición a agentes químicos (BASEQUIM).
- Base de accidentes de trabajo investigados (BINVAC).
b. - Para la realización de estudios específicos:
- Estudio especializado en materia de vibraciones mecánicas.
- Caracterización del parque de maquinaria español.
La propuesta fue aceptada el 26 de marzo de 2009 y las tres bases antedichas hoy componen el “Portal de situaciones de trabajo peligrosas STP”, con más de 140 fichas publicadas en la web del INSST, elaboradas por técnicos del INSST y de las CC AA participantes, perpetuando esa colaboración tan fructífera como necesaria entre los técnicos preventivos de las Administraciones Públicas, que ya era una de las señas de identidad del INSHT en sus orígenes y que, sin duda, es un factor de resiliencia necesario ante los retos que presenta la prevención de riesgos laborales.
La redacción de estas notas me ha llevado a volver la vista a un pasado en el que, habiendo de todo, se me ha presentado lo colectivo por delante de lo individual, y, en mi experiencia, reconozco con claridad la importancia de los compañeros sin los que todo hubiera sido distinto y no mejor. Gracias por ello.