Identificación y control de los riesgos laborales en pymes (Ficha 6: Organización del trabajo) - Año 2023
Introducción y criterios preventivos
En la organización del trabajo es importante tener en cuenta no solo los criterios productivos sino también la seguridad y la salud, ya que los efectos de unas condiciones organizativas desfavorables pueden afectar gravemente tanto a la salud de las personas como a la productividad de la empresa.
Además del tiempo de trabajo, las condiciones organizativas deben considerar otros factores como el contenido de la tarea, la autonomía, el rol en la organización, el trabajo en solitario y, por supuesto, anticiparse a posibles situaciones de acoso y violencia.
Contenido de la tarea
El trabajo debe tener un sentido para quien lo realiza y ofrecer la posibilidad de desarrollar y aplicar sus conocimientos y capacidades. Así, los trabajos que se dividen en muchas tareas y en los que el trabajador o trabajadora no conoce el resultado final, tienden a generar frustración e insatisfacción laboral.
Autonomía
La autonomía es el grado de libertad que la persona tiene para influir en los distintos aspectos que afectan a la realización de su trabajo. Por ejemplo, poder determinar cuándo es necesario hacer una pausa, o tener la capacidad para modificar la tarea y el ritmo de trabajo.
El papel en la organización
Los problemas en este caso pueden ser debidos al conflicto de rol -cuando se producen contradicciones entre funciones o cuando se demandan tareas que van en contra de las creencias individuales- o a la ambigüedad de rol, cuando no se han explicado con claridad las funciones y las responsabilidades de la persona dentro de la empresa.
Situaciones de acoso o violencia
Es necesario prever los puestos de trabajo que están expuestos a potenciales situaciones de violencia, así como establecer mecanismos para detectar lo antes posible el acoso dentro de la propia empresa y adoptar medidas para solucionarlos.
Trabajo en solitario
La organización del trabajo es especialmente determinante cuando se realizan tareas en solitario, ya que no existe el apoyo social de otros compañeros. Normalmente, estos trabajadores y trabajadoras se ven forzados a resolver las posibles incidencias por sí mismos por lo que se hace necesario anticiparse a estas dificultades y establecer mecanismos para que estas personas puedan comunicarse con la empresa y tengan los mismos apoyos que el resto de la plantilla.
Normativa y documentos de referencia
- Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.
- Real Decreto 39/1997, de 14 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.
- Método para la evaluación y gestión de factores psicosociales en pequeñas empresas.