Iluminación

Una iluminación inadecuada constituye Imagen Iluminación un riesgo en cuanto que la apreciación errónea de la posición, forma o velocidad de un objeto puede provocar errores y accidentes, debidos, en la mayoría de los casos, a la falta de visibilidad y deslumbramiento. Asimismo, una iluminación inadecuada puede provocar la aparición de fatiga visual y otros trastornos visuales y oculares. Es necesario, por tanto, realizar un acondicionamiento de la iluminación en los puestos de trabajo, con objeto de favorecer la percepción visual y asegurar así la correcta ejecución de las tareas y la seguridad y bienestar de los trabajadores.

Para tener una correcta iluminación hay que considerar varios factores, como la intensidad luminosa recibida por los trabajadores, posibles reflejos, color de la luz, o la posición del puesto de trabajo respecto a la luz.

 

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Información básica

Aquí respondemos a algunas de las dudas básicas de ambiente térmico.

Dado que se considera que en un puesto de trabajo, más del 50% de la información necesaria para el desempeño es información visual, el análisis de las condiciones de iluminación se convierte en un aspecto fundamental del análisis ergonómico del mismo.

Una mala iluminación puede generar situaciones no deseadas a corto plazo como son los errores de ejecución, incluso accidentes. Otras consecuencias relacionadas con la mala iluminación son la pérdida de rendimiento, o la fatiga visual a medio plazo.

Este análisis es complejo. La gran capacidad adaptativa del ser humano puede enmascarar en un momento inicial las deficiencias lumínicas presentes. La adaptación de la iluminación para la realización de una tarea puede ser complicada, llegando a ser necesario estudiar parámetros como flujo luminoso, intensidad luminosa, nivel de iluminación, luminancia, deslumbramientos o temperatura de color de la luz. También se debe atender a las características individuales de los trabajadores.

Dado que la tecnología nos ofrece gran cantidad de soluciones técnicas, la realización de un diseño correcto, así como su buena ejecución y mantenimiento tienen una relevancia capital.

A la hora de proceder al análisis ergonómico del puesto, se deben determinar los factores de riesgo presentes. Para ello se estudiará en primero lugar cual es la demanda visual de la tarea y las características individuales. Después habrá que considerar una serie de aspectos entre los que se encuentran:

  • Sistema de iluminación existente: natural o artificial
  • Niveles de iluminación.
  • Presencia de deslumbramientos.
  • Reflejos molestos.
  • Desequilibrios de luminancia e iluminancia.
  • Contraste de la tarea.
  • Proyección de sombras.
  • Parpadeos en la iluminación o efectos estroboscópicos.
  • Fiel reproducción del color por parte de la iluminación

Los efectos para la salud son de carácter variado. Los daños pueden ser pasajeros o convertirse en crónicos. Podríamos clasificarlos en:

  • Trastornos de carácter visual. Se le exige al sistema visual un esfuerzo extra que podría suponer la aparición de la fatiga visual y con el tiempo una reducción de la capacidad visual.
  • Daños no visuales. Las malas condiciones de iluminación pueden producir fatiga. La persistencia en el tiempo de daños como la fatiga visual genera dolores de cabeza, estrés si los datos que se manejan son muchos o críticos.

Dentro de loa daños de carácter no visual, adquiere gran importancia los Trastornos musculoesqueléticos, que se originan por la adopción de malas posturas. En muchas ocasiones, se debe a intentar compensar una iluminación deficiente, deslumbramientos, bajos niveles de iluminación, etc.

Adicionalmente siempre existen los riesgos relativos a la seguridad, caídas, choque con objetos, etc, por una iluminación deficiente. También se deben considerar las características de la iluminación en situaciones especiales, por ejemplo zonas ATEX o la iluminación de emergencia.

Hay que destacar que se reconoce como enfermedad profesional el “Nistagmus de los mineros”. Originada por el trabajo prolongado en condiciones de iluminación reducida, se caracteriza por el movimiento incontrolado de los ojos.

La iluminación de cada zona o parte de un lugar de trabajo deberá adaptarse a las características de la actividad que se efectúe en ella, teniendo en cuenta:

  • Los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores dependientes de las condiciones de visibilidad.
  • Las exigencias visuales de las tareas desarrolladas.

Para ello, las medidas preventivas se basan en la adecuación del sistema de iluminación en función de las tareas que se realicen. En ocasiones, las medidas irán encaminadas a la adecuación del sistema de iluminación, o a aumentar o reduciendo el nivel de iluminación, en otras se deberá considerar la distribución adecuada de las lámparas o luminarias. Algunos ejemplos de medidas técnicas son:

  • Ajustar los sistemas de iluminación: adaptando el número, distribución y características de las lámparas y luminarias.
  • Mantener las instalaciones.
  • Reducir los deslumbramientos tanto directos como indirectos y los reflejos molestos.
  • Evitar los desequilibrios de luminancias, parpadeos, efectos estroboscópicos.
  • Adaptar el campo visual.