Entrevista a Florentino Alonso Arenal, subdirector técnico del INSST entre 1993 y 2004
Es licenciado en Psicología, rama Industrial. Ingresó en el Plan Nacional de Higiene y Seguridad del Trabajo en 1974. Fue Subdirector Técnico del INSHT desde 1993 hasta 2004. Fue Subdirector Adjunto de Relaciones Laborales y Coordinador de los Servicios de Prevención de la Administración General del Estado entre 2006 y 2017.
Algunos recuerdos...
... en la celebración del cincuentenario del INSST
Que una institución como el INSST celebre el cincuentenario de su creación no puede ser sino motivo de alegría; en particular, si has dedicado a esta institución una gran parte de tu vida y tus esfuerzos y si, además, estás convencido de la importancia de su misión en la mejora de las condiciones de trabajo y la salud de los trabajadores.
En mi caso, la dedicación al “Instituto”, con las distintas denominaciones y configuraciones que ha tenido a lo largo de su historia, duró más de treinta años, los que van entre mediados de los años 70 ¡del pasado siglo! y mediados de la primera década del presente, tanto en tareas puramente técnicas como de responsabilidad en la gestión del mismo. Como trabajador que he sido del “Instituto”, por tanto, esta celebración representa para mí un acontecimiento a la vez íntimo e importante.
Pero también podría hablar del Instituto desde otra perspectiva, no ya como miembro del mismo sino como usuario de sus servicios, dado que los últimos años de mi actividad laboral han seguido ligados a la prevención de los riesgos laborales en una entidad externa, desde la que he podido apreciar, de verdad y desde fuera, la enorme utilidad de esta institución.
Es obvio que en un periodo tan respetable como son cincuenta años se han producido infinidad de experiencias, avances, ¡también frustraciones!, e hitos, que, sin duda, van a ser resaltados con ocasión de la celebración de este cincuentenario. Agradezco, por tanto, que se me haya invitado a participar en este relato en el que me limitaré a compartir mi experiencia sobre algunos hechos y eventos relevantes producidos en este periodo, sobre los que me tocó asumir una parte importante de la responsabilidad en la organización de los mismos. Todos ellos encuadrables en el apartado de la promoción y divulgación de la prevención y ocurridos en la década de los noventa y en los primeros años de este siglo.
Año Europeo de la SHS
Comienzo con la promulgación de la Directiva Marco (89/391/CEE), en 1989, como hito significativo para la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) en el ámbito de toda la UE y, en particular, en España, que estaba experimentando sus primeros años como miembro del club europeo.
A raíz de esta directiva, la Comisión Europea puso en marcha una campaña a escala europea encaminada a dotar de visibilidad a la SST y en un año cargado de grandes acontecimientos, tanto a nivel europeo (Tratado de la UE de Maastricht) como español (Juegos Olímpicos de Barcelona, Exposición Universal de Sevilla,… entre otros, de ámbito internacional, pero celebrados en España), una de sus iniciativas fue la declaración del año 1992 como “Año Europeo de la Seguridad, la Higiene y la Salud en el lugar de trabajo”.
Agencia Europea SST y la Semana Europea de la SST
Como es conocido, la Comisión Europea propone (desde 1983), la celebración de “Años Europeos”, sobre diversas temáticas, con los que pretende sensibilizar a la opinión pública a través de la promoción, organización y financiación de acciones específicas sobre las mismas. Tras el establecimiento del nuevo marco normativo que supuso la Directiva Marco, era el momento de dedicar una atención preferente a la SST, como forma de sensibilizar y ayudar a la implantación efectiva de la normativa creciente en esta materia.
La celebración de este “Año Europeo 1992”, junto al creciente volumen de legislación en materia de SST, supuso, de hecho, el marco adecuado en el que se gestó la creación de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), en 1994. Y el inicio, a partir de este año, de la celebración de la “Semana Europea de la Seguridad y Salud en el Trabajo”, que cada año se celebra simultáneamente (en la semana 43 de cada año) en los distintos países de la Unión con el mismo objetivo que en su día tuvo el “Año Europeo”. En todos los casos, el “Instituto” ha tenido siempre un papel protagonista, junto a la Agencia Europea.
XIV Congreso Mundial SST
El segundo hito que quiero destacar, siempre dentro del ámbito de la promoción y divulgación de la prevención a que me he referido, tiene que ver con el “XIV Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo”, cuya celebración tuvo lugar en Madrid entre los días 22 y 26 de abril de 1996. Congreso promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) y cuya organización corrió a cargo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social español a través del INSHT.
Como resulta obligado en este tipo de eventos, el Congreso –con casi 2.500 asistentes procedentes de 110 paísesdedicó una considerable atención a algunos temas tradicionales en el campo de la seguridad y la salud en el trabajo: la formación en materia de seguridad (con especial énfasis en el concepto de “formación en seguridad a lo largo de toda la vida”), el riesgo químico o la problemática preventiva de las pequeñas y medianas empresas, a las que se dedicó una sesión especifica. Pero no se limitó a debatir este tipo de cuestiones. Por el contrario, y utilizando la expresión de una de las autoridades participantes en su clausura, los organizadores, “mostrando una sensibilidad poco común”, dedicaron buena parte de las sesiones al análisis de la globalización de las relaciones económicas y sus implicaciones para la seguridad y la salud en el trabajo.
Cuestiones tales como la revolución de la informática y las telecomunicaciones, que despegaban en aquellos momentos, la evolución de los modelos organizativos de las empresas o la seguridad de los productos como condición para su libre circulación fueron también objeto de interesantes debates de los que se pudo concluir que los problemas de salud laboral tienen a menudo sus raíces en aspectos económicos, sociales, políticos e incluso culturales cuya solución, por tanto, no puede lograrse exclusivamente mediante medidas de carácter técnico.
Ley de PRL y RSP
Y no faltaron, obviamente, las reflexiones en torno al nuevo papel a desempeñar por el INSHT a raíz de dos acontecimientos trascendentales ocurridos en España en las fechas de celebración del Congreso. Por un lado, la entrada en vigor –el 10 de febrero, solo dos meses antes de la celebración del Congreso- de la nueva Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), que, además de fijar el nuevo marco normativo básico en este terreno, derivado de la Directiva Marco, establecía con claridad el papel y las funciones del INSHT en dicho marco. Por otro, la culminación del proceso de transferencia de los Gabinetes Técnicos Provinciales del Instituto –iniciado hacía ya más de una década- a sus correspondientes CC AA.
Se configura así un nuevo INSHT, menor en dimensión pero más homogéneo y especializado, que no se solapa ni compite con otras Administraciones Públicas en su misión global de apoyo a la prevención en España, sino que, por el contrario, las complementa y apoya en el papel específico y especializado que asume. Un papel coherente con el principio de que la prevención ha de hacerse EN y POR las empresas, que necesitan integrar la prevención en su gestión para que aquella sea efectiva. Este era un planteamiento que ya se hacía entonces –a los 25 años de la creación del Instituto, es decir: a medio camino del cincuentenario que ahora celebramos– y que sigue siendo un elemento central en la prevención actual.
Solo unos meses después de celebrarse el XIV Congreso Mundial, al iniciarse el año 1997, se publica el Real Decreto 39/1997, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención (RSP), como elemento clave para la puesta en marcha efectiva de la nueva filosofía preventiva establecida por la Ley de Prevención. Y con ello se inicia un periodo de gran efervescencia, de discusión y de debate sobre la aplicación concreta de la nueva normativa: modelos organizativos, implantación de los servicios de prevención, evaluación de riesgos,…
XII Congreso Nacional SST
Es en este contexto en el que el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo decide reiniciar los Congresos Nacionales que hacía catorce años que habían sido interrumpidos y afronta la organización del “XII Congreso Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo”, celebrado en Valencia del 20 al 23 de noviembre de 2001 y que, por su trascendencia, representa el siguiente hito al que quería referirme.
Como se decía en el editorial del nº 15 de la revista “Prevención, Trabajo y Salud”, dedicado a dicho Congreso, “desde el INSHT desearíamos que el Congreso nos permitiera llegar a obtener una especie de “libro blanco” que integrara las distintas posiciones” y que viniera a cerrar una etapa de continuos debates sobre la aplicación de la nueva normativa; a poner mayor acento en lo concreto y a estabilizar paulatinamente la acción preventiva en España.
El XII Congreso se planteó, así, como una reflexión en profundidad sobre el papel y la actuación de los nuevos agentes preventivos y las nuevas formas de hacer la prevención exigida por la nueva normativa. Reflexión que se estructuró en torno a los tres ejes temáticos que constituyeron el esqueleto del Congreso. El primero de estos temas fue el de los “nuevos agentes y nuevos papeles en prevención de riesgos laborales”: los servicios de prevención propios y ajenos, las entidades auditoras y los centros de formación. Con participaciones tan destacadas como la de Federico Durán, autor del conocido Informe que lleva su nombre, en el que se hace un repaso de la situación de la siniestralidad y la prevención en España y se apuntan múltiples propuestas de mejora que van desde la necesidad de mejorar la cultura preventiva general hasta la conveniencia de potenciar la capacidad investigadora del INSHT.
Estrategia Europea de SST
El segundo de los ejes analizados se centró en el análisis de la “situación y prioridades en relación con las principales actividades preventivas”, y en él, tras reconocer que sin una buena evaluación de los riesgos es imposible desarrollar una acción preventiva eficaz, se señalaron algunos problemas prioritarios, como la situación de las pymes o la tendencia al burocratismo en el cumplimiento de la normativa; para concluir resaltando la necesidad de integrar las futuras acciones en el marco de la Estrategia Europea de Salud y Seguridad 2002-2006, a punto de ser aprobada.
El futuro de la PRL y el trabajo
Finalmente, el tercer eje del Congreso abordó un tema tan interesante como “el futuro de la PRL y el futuro del trabajo”, en el que, tras señalar la necesidad de afrontar nuevos problemas como el envejecimiento de la población, los procesos migratorios o la implantación masiva de nuevas tecnologías, se concluyó, retomando las palabras del presidente del Comité Económico y Social, señalando que “la mejora de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo forma parte importante de los indicadores de la sociedad que todos deseamos para el siglo XXI” que acababa de comenzar.
El actual INSST sigue y seguirá teniendo un importante papel en la consecución de este objetivo de mejora durante los próximos años, aunque no me atrevo a asegurar cual sea el rumbo y el ritmo de esa mejora. De momento, mi más sincera felicitación a todas las personas que han/hemos hecho posible este cincuentenario.