Radiaciones electromagnéticas, microondas y radiofrecuencias. Hornos industriales - Año 1991

Siempre han existido radiaciones electromagnéticas (REM) actuando sobre la corteza terrestre, si bien al proceder de fenómenos naturales (radiación solar, acumulación de cargas atmosféricas, etc.) sus efectos sobre los seres humanos no son excesivamente apreciables. Esto se debe en gran parte a que las potencias de estas emisiones son muy pequeñas, del orden de 10^-5 a 10^-3 μW/cm² para la del sol, que emite a una frecuencia de unos 300 GHz.

Los problemas debidos a estas radiaciones comenzaron a llamar la atención de los expertos a raíz del gran desarrollo experimentado por la tecnología de los sistemas de comunicación (radio, televisión, radar, líneas telefónicas, satélites, etc.), que dieron lugar a la llamada “polución electromagnética” debida a las REM producidas al generar, transmitir u operar con altas corrientes eléctricas en este tipo de instalaciones. Estas radiaciones artificiales sí pueden alcanzar altas potencias y longitudes de onda peligrosas para la salud humana en determinadas circunstancias.

En los años cuarenta del siglo XX se empezó a tomar conciencia de los problemas que planteaba la “polución electromagnética” y sus posibles consecuencias para las personas afectadas. Para llegar a tener conocimiento exacto de la influencia de estas radiaciones, hay que hacer un estudio de sus potencias, frecuencias a las que son emitidas, tiempos de exposición, partes del cuerpo afectadas, etc.
Desde entonces se han investigado los focos emisores, tanto de sistemas de comunicación (radio, TV, radar, etc.) como de conversión en energía calorífica (hornos industriales, domésticos, secaderos, soldaduras, etc.) y también se han realizado múltiples ensayos de laboratorio sobre animales.

No obstante, es necesario seguir estudiando y aportando datos, ya que, sobre todo, los efectos no térmicos están mal definidos y son objeto de una gran controversia. Para seguir profundizando en esta investigación, es importante la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto al examen de grandes grupos de población trabajadora expuesta que permitan obtener datos epidemiológicos estadísticamente significativos.

Las primeras reuniones acerca de estos problemas se celebraron en los años 1971 y 1973 y en ellas se aprobó la creación de un programa para estudiar y combatir las radiaciones no ionizantes que sería llevado a cabo por un organismo internacional.

En un principio, se hizo cargo de dicho programa el IRPA (Asociación Internacional para la Protección contra las Radiaciones). Este grupo de trabajo se convirtió en 1977 en el Comité Internacional sobre Radiaciones no Ionizantes (IRPA/INIRC). En 1978 se reunió en Ginebra un grupo mixto de trabajo OMS/IRPA que se dedicó a estudiar criterios de salud ambiental que fuesen aplicables a radiofrecuencias (RF) y microondas (MO) a fin de evaluar los riesgos y considerar argumentos justificativos para la fijación de límites en las exposiciones.

El objetivo de este documento técnico es divulgar una serie de conocimientos sobre este tipo de radiaciones y conseguir, tanto en empresas como en la población trabajadora, el suficiente grado de interés como para poner en práctica medidas de protección que eliminen los posibles riesgos laborales.
El documento proporciona, por una parte, una serie de conocimientos técnicos sobre las radiaciones electromagnéticas, generadores más comúnmente empleados para la emisión de microondas, usos actuales de la energía producida por este tipo de radiaciones y tipos de antenas empleadas para su transmisión.

También es objeto de esta publicación el estudio de las posibles consecuencias para la salud que puedan derivarse del trabajo con este tipo de emisores.

El documento revisa las investigaciones que se han llevado a cabo en este campo, así como a las recomendaciones dadas por distintos organismos internacionales en cuanto a la exposición a estas radiaciones, según sus densidades de potencia y frecuencias a las que son emitidas, haciendo mención de los TLV's de la American Conference of Governmental Industrial Hygienists (ACGIH).

Derivado de todo ello, se exponen una serie de medidas de precaución, cálculo de distancias de seguridad y elementos de protección existentes para poder controlar el riesgo producido por RF y MO. Por último, se hace una exposición del trabajo realizado y la metodología seguida por el Centro Nacional de Nuevas Tecnologías (CNNT) de Madrid en una serie de empresas e instalaciones del sector, detallando las mediciones efectuadas, las conclusiones obtenidas en los correspondientes informes y el seguimiento, mediante un protocolo médico específico, de una población de trabajadores expuestos a MO y RF y su comparación con un grupo control de trabajadores y trabajadoras no expuestos.