Morbilivirus del sarampión

Humano.

Humanos y primates no humanos.

0,2 unidades por aerosolización nasal.

El virus sobrevive y permanece infectivo en el aire, en superficies u objetos contaminados durante cortos periodos de tiempo.

No presenta formas de resistencia.

La transmisión se produce principalmente a través del contacto directo de las mucosas con secreciones nasofaríngeas o gotitas procedentes de una persona infectada y generadas al toser, estornudar o hablar.   

Otros mecanismos de transmisión, menos frecuentes, son la inhalación de bioaerosoles y el contacto con manos, superficies u objetos contaminados con secreciones nasofaríngeas procedentes de una persona infectada.

Además, en trabajos de laboratorios, se puede transmitir por inoculación accidental.

El período de contagio comprende desde 4 días antes, hasta 4 días después de la aparición del exantema.

Su capacidad de transmisión es tan elevada que la mayoría de las personas no inmunizadas que se encuentren cerca de la persona infectada pueden contraer la enfermedad. 

Mucosas. Respiratoria. Percutánea.

Mundial.

2 V

Sarampión: es una infección muy contagiosa que se presenta normalmente en niños, pudiendo resultar muy grave, e incluso mortal, en personas inmunocomprometidas. Comienza con la multiplicación del virus en el epitelio nasofaríngeo, siendo los síntomas iniciales fiebre alta (hasta 40ºC), tos, coriza (inflamación de la mucosa nasal) y enrojecimiento ocular (conjuntivitis). Posteriormente aparecen las manchas de Koplik (pequeñas manchas blancas con centro blanco-azulado en la mucosa oral), y un exantema maculopapular que se extiende, en sentido descendente, desde la cabeza hasta las extremidades inferiores, y cuya aparición va acompañada de fiebre elevada. Complicaciones: diarrea, bronquitis, neumonía (viral o por sobreinfección bacteriana), otitis media, encefalitis aguda, panencefalitis esclerosante subaguda (enfermedad neurodegenerativa, tardía y de evolución mortal, debida a una infección del virus ocurrida anteriormente), etc.

En personas que recibieron la antigua vacuna inactivada y se exponen al virus salvaje, puede desarrollarse sarampión atípico, que cursa con síntomas tales como fiebre, exantema (a veces con petequias), neumonía, edema, etc. Si la persona presenta anticuerpos, puede desarrollar sarampión modificado, con un periodo de incubación mayor y un cuadro más leve que el sarampión típico. También puede producirse sarampión hemorrágico, que se caracteriza por hemorragias en la piel y en las mucosas.

No se han descrito

No se han descrito

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La transmisión al feto se produce por vía transplacentaria, pudiendo causar aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro, bajo peso al nacer o sarampión congénito ^{(2) (5)}.

Iodopovidona, hipoclorito sódico al 1%, etanol al 70%, formaldehído, glutaraldehído, desinfectantes fenólicos, ácido peracético, peróxido de hidrógeno, éter.

La inactivación se realiza rápidamente con calor a 56ºC durante 30 minutos, así como con luz ultravioleta y/o pH ácido.

Ribavirina (no aprobado para uso terapéutico).

La vacuna triple vírica. Está recomendada especialmente para los trabajadores que realicen alguna de las actividades de riesgo citadas anteriormente y no posean una correcta inmunización.

Vacunación.

Debido a que el virus del sarampión es muy contagioso, es recomendable que los trabajadores con infección activa sean separados del trabajo (dados de baja) hasta la finalización de su periodo contagioso. 

Garantizar una ventilación adecuada de los lugares de trabajo, considerando, especialmente, los requerimientos de los locales de pública concurrencia.

Adecuado mantenimiento, limpieza, desinfección y/o esterilización de herramientas, equipos y superficies.

Eliminación o reducción al mínimo del material cortante o punzante en los puestos de trabajo.

Buenas prácticas de higiene: lavado de manos con agua y jabón al comenzar y finalizar la jornada laboral, después de quitarse el guante y tras el contacto con elementos contaminados; evitar la exposición de heridas abiertas, cubriéndolas con apósitos estériles e impermeables. Utilización de ropa de trabajo y equipos de protección individual adecuados.

En el ámbito sanitario se deberán adoptar las Precauciones Estándar y las Precauciones por Transmisión Aérea durante 4 días tras la aparición del exantema, y durante todo el curso de la enfermedad en el caso de individuos inmunocomprometidos ⁽¹⁰⁾.

Protección de las manos: guantes frente a microorganismos en tareas que impliquen contacto con material contaminado.

Protección ocular: gafa de protección de montura universal en caso de riesgo de contacto accidental mano/guante contaminado-ojo, o pantalla de protección facial (símbolo de marcado en montura: 3) en caso de riesgo de exposición a salpicaduras.

Protección respiratoria: mascarillas autofiltrantes tipo FFP2, preferiblemente FFP3 para operaciones en las que se generen bioaerosoles contaminados.

Nivel de contención: 2

Los principales riesgos son las salpicaduras, la exposición de las mucosas a gotitas y la inoculación accidental. 

Las muestras o especímenes más peligrosos son la orina, la conjuntiva, las secreciones nasofaríngeas y la sangre.

Se requieren las prácticas y la contención de un nivel 2 de bioseguridad, se debe evitar o reducir al mínimo el empleo de material cortante o punzante y trabajar dentro de una cabina de seguridad biológica en aquellas operaciones que impliquen manipular grandes volúmenes de muestra o concentraciones del agente, así como la generación de bioaerosoles, proyecciones o salpicaduras, además del uso de guantes impermeables en caso de contacto con muestras contaminadas.